MI CONFRONTACION POR LA DOCENCIA

MI CONFRONTACION POR LA DOCENCIA

En 1988 concluí mis estudios de mecánico electricista y ese mismo año obtuve un empleo en una compañía manufacturera de arneses para automóviles, ahí tuve la oportunidad de aprender mucho sobre tecnología nueva aplicada a la industria de los automotores.
En 1999 se me presentó la oportunidad de suplir a un compañero de trabajo que para ese entonces ya era también docente y por motivos familiares tuvo que dejar la escuela donde trabajaba. Era fin de semestre y estuve solo un mes para hacer la última evaluación del grupo, a partir de ahí el Director del plantel me invitó a colaborar en el nuevo semestre y dije que sí.
Debo confesar que al principio me daba temor estar ante más de 30 jóvenes de 15 a 17 años, inquietos por la naturaleza de su edad, pero al platicar con ellos acerca de la carrera que habían elegido, se rompió el hielo y comenzamos a tener una relación alumnos-docente por demás participativa. A medio semestre me encontraba completamente inmiscuido en mi labor de docente y me di cuenta que ME ENCANTO, a partir de entonces ya son 10 años de trabajo en el plantel.
Mi ejercicio diario en la docencia me apasiona porque tengo la oportunidad de enseñarle cosas nuevas a jóvenes que tienen en realidad ganas de aprender, aunque por desgracia en cada semestre no falta algún alumno que todavía no sabe lo que quiere estudiar, pero para eso estamos nosotros, para motivarlos y canalizarlos.
He participado en algunos cursos en mi plantel enfocados a aprendizaje acelerado, habilidades didácticas y otros que nos ayudan a desarrollar competencias en el alumnado y cada que terminamos un curso es muy gratificante poner en práctica los conocimientos nuevos adquiridos con el grupo que tenemos asignado. Es muy bonito que los alumnos logren aprendizaje por diferentes formas que nosotros como profesores los implementamos.
A la fecha en 10 años de labor docente no me puedo quejar de nada, no tengo absolutamente ninguna insatisfacción en mi trabajo.

Saludos, espero sus comentarios...
José Alfredo Sáenz Romero